18 CONCIENCIA, la llave del crecimiento


El sábado por la mañana suele ser uno de mis momentos preferidos de la semana!
Sí, es el momento en que disfruto realizar mi ejercicio de introspección, con la compañía de una música suave, un rico café y mis numerosos cuadernos, uno para cada propósito (autoconocimientos, aprendizajes, devocional, etc). Mientras mi familia aún duerme plácidamente y la casa es toda mía. Lo podría llamar mi momento de PAZ.

Pero, más allá del ritual, pensaba que si me preguntaran de dónde proviene ésa paz, mi primer respuesta sería que del poder planificar lo que vendrá, de la certidumbre de tener el control, de contar con los recursos que necesito y la lista sería interminable tal vez.
Son muchas las condiciones que se dan y requiere que se den para tener la sensación de paz.

Pero cuántos de ésos momentos se repiten a menudo? en el día a día, digo habitualmente.

Son más los momentos de otro tipo, donde somos interrumpidos, demandados o bien carecemos de toda certidumbre, no sabemos lo que vendrá. A algunos ésto los emociona, a mí particularmente no.

Entonces, ¿qué hacer? ¿qué pensar? ¿vivir sin paz? ¿estresados?

Mucho tiempo viví de esa manera, pero ya no!
Hay decisiones que tomar:

La primera: aceptación. Aceptación total de mi humanidad  y de que la mayoría del tiempo es probable que esté equivocada, que otra persona esté en lo cierto y que me toque aprender!!
¡Qué libertad y paz experimento al elegir pensar de éste modo!
Decido no saber todo, todo el tiempo y tampoco saber primero! ijuuu!!!

Totalmente abierta al aprendizaje y el descubrimiento, momento a momento!

Otra decisión, no estoy para llenar expectativas de nadie, ni siquiera la mía! desapego!
Conectar y fluir con la energía divina que habita en mí, es vivir la paz, no la paz que da el control! Sino, la paz que te da saber quién sos! y quién está con vos!

Sé que ya compartí éstas ideas en otra entrada del blog, pero creo que bien merece re afirmarla!
"¡No es ¿cómo? es con quién?!"

No tenemos todas las respuestas, no somos o seremos necesariamente excepcionales, es necesario quitar ese peso de nosotros mismos, seamos humildes y crezcamos desde allí, desde lo común y cotidiano, desde lo sencillo y hermoso de mirar a las personas que amamos a los ojos y repetirles que los amamos sin expectativas, sin condiciones!! Desde la paz!

Desde la experiencia digo que la fuente de la paz no está afuera, en ninguna forma, no depende circunstancias, depende de tu ser interior y de lo mucho o poco que te conozcas y re conozcas, del ser divino al que podemos conectar en todo momento y encontrar recursos infinitos y creativos para vivir una vida intencionalmente de crecimientos constante.

Con amor,

Sonia


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