47 Puntos ciegos



Algo que me pasa con la nueva normalidad, es que me cuesta adaptarme al delay en las comunicaciones virtuales. 

Ya sea por la señal de internet o porque nos pisamos al hablar, se convierte en todo un arte mantener una conversación fluida. Es más, a veces pasa, en las reuniones,  que uno de los participantes, tal vez sigue hablando apasionadamente, mientras el resto no lo está escuchando, o lo escucha entrecortado y no entiende lo expresado por el expositor.

Qué frustrante para quien estuvo queriendo explicar algo y resulta que nadie lo escuchó! A lo sumo, bueno, tendrá que repetir lo que dijo.

Es más habitual aún escuchar a líderes de equipo decir que no entiende cómo es que su equipo no hace lo que él espera de ellos, cuando se los ha repetido una y otra vez.

O bien, a los colaboradores, decir que se "sienten" no escuchados.

Cuando hablamos de comunicación, creo que la mayoría pensamos en aprender a hablar, sí, a hablar en público, a expresarnos mejor, incluso a escribir mejor.

Pero qué tal si te dijera que para comunicarnos mejor, o más aún para conectar es necesario aprender a escuchar, más aún, aprender a escuchar para comprender, y con ello generar la confianza necesaria para influir en los demás.

Hoy me detengo en el escuchar, pero no en cualquier "escuchar", sino en escuchar aquello que las personas que nos conocen tienen para decirnos, que nos confronta y la mayoría de las veces no nos gusta tanto escuchar.

Más que el arte de escuchar en estos casos tenemos el arte de "oídos sordos" y me refiero a lo siguiente, por ejemplo: No me gusta que alguien me diga que tengo el hábito de postergar. 

Pero qué pasa si yo tengo el hábito de postergar, y soy la última en enterarme! qué cambios podría encarar, si acepto tal hecho y me dispongo a modificar dicho hábito.

Los puntos ciegos se tratan de eso. De lo  que los demás ya ven en nosotros, lo notan, lo sufren quizás, pero nosotros no nos damos por enterados. permanecemos con los ojos cerrados.

Esta clase de conversación y escucha, debe darse en un marco de entera confianza y apertura. Ya que de otra formas las opciones para el cambio no existirán.

Lo he vivido en primera persona. Identificar las áreas de mejora, tendrían que ser nuestro foco de crecimiento de confianza en las relaciones. ya que mientras las neguemos, drenarán la relación.

  • Escuchar a quienes nos aman incondicionalmente, establece una relación de confianza.

Escuchar edifica la confianza, la cual es fundamento de todas las relaciones (Brian Tracy). Cuando los líderes escuchan a quienes los siguen, entonces ellos ponen su confianza en él, de lo contrario dañan la relación.

  • Escuchar a tu equipo, puede evitar que los problemas se agraven.

Para ser un líder eficiente, es necesario permitir que los demás nos digan lo que necesitamos oír, y no tan sólo lo que queremos oír.

  • Escuchar puede mejorar la organización

"Uno de los regalos más grandes que puede darle a una persona, es el regalo de la atención" (Jim Rohn). Escuchar siempre rinde dividendos. ¿Es posible ser un líder sin saber escuchar? Sí. ¿Es posible ser un buen líder sin saber escuchar? No.

Nadie puede ascender al nivel más alto y llevar a su organización allí sin saber escuchar bien.

Cundo un líder escucha, recibe la perspectiva, conocimiento, sabiduría y respeto de los demás.

Hasta el próximo capitulo de crecer, es cambiar.

Bibliografía: Liderazgo principios de oro de John Maxwell. La ventana de Johari, un modelo de confianza.

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