Si y NO, palabras cortitas pero potentes!

Leí que somos seres abiertos al Si en la vida, que es la respuesta por default.

En coaching aprendemos que son declaraciones y que la declaración del NO es tan poderosa como el Si.

¿Qué quiero decir con esto? que mientras el que calla otorga, según el dicho, el que se atreve a declarar un NO cuando se ve invadido en sus prioridades y preferencias, es tan valiente como el que acepta desafíos y compromisos, porque así lo prefiere.

¿Qué valor o precio le estás poniendo a tus preferencias y deseos? del 1 al 10.

Existe la creencia por ahí de que debemos decir que sí a todo y todos, pero ¿Qué hay detrás de este comportamiento? ¿Qué busco cuando digo a todo que sí y no me animo a decir que no, cuando realmente lo quiero declarar?

¿Qué espero de la otra persona? ¿Qué espero de mis relaciones?

Resulta que todos tenemos un espacio para nuestras preferencias y necesidades, aún gustos y cuidados, y el NO es una de las declaraciones más poderosas para salvaguardar ese espacio, mantener el respeto por nosotros mismos. Cuando vulneramos ese espacio diciendo "Si", cuando quisimos decir "No", no solamente nos encontramos en la situación más incómoda, sino que no nos estamos respetando, con todo lo que eso acarrea a nuestra autoestima.

Hoy te invito a reflexionar sobre las veces que dijiste si, queriendo decir que no. ¿Qué pensaste? ¿Qué esperabas del otro? ¿Qué te pasa cuando te dice que no a vos?

Algo que me hizo reflexionar en estos días fueron las preguntas que me hizo mi coach. 

¿Y vos qué esperas de vos misma? ¿Hasta dónde estas dispuesta a ir? ¿Cuál es el límite que te pusiste, para las demandas y requerimientos? Sólo para darme cuenta que no había reflexionado al respecto y mucho menos establecido qué y hasta donde voy a dar de mi energía, tiempo y recursos, sin vulnerar mi espacio íntimo y el de mis afectos primarios (quienes se suponen los más importante en mi vida). Simplemente no lo determiné. En cuanto lo pude hacer conscientemente, fue más fácil decir que NO. Porque había un ¨Si" poderoso detrás.

Es así que dispuse que las tardes son de disfrute con mi pequeña hija, armamos rompecabezas, miramos películas juntas, entre otras actividades, ya que los 5 añitos de ella , no van a volver y yo la quiero atesorar en mi corazón. Porque decidí que hasta ahí, mi "productividad" tenía protagonismo y necesitaba recargarse con la energía del amor.

Digo NO al workaholic, para decir sí al amor.

Es así, no llegás a tener un NO firme hasta que tengas un Si muy poderoso que lo sustente. Hasta que definas internamente, tus límites y los hagas respetar por los demás.

Es muy poco lo que cabe en nuestra ventana de atención y enfoque efectivos. Vos decidís tus prioridades, qué se va y qué se queda?

Éxitos con la decisión! y a disfrutar de nuestros SII, conquistados a pura fuerza de NOES.